Con esta herramienta, toda organización se vuelve capaz de identificar dificultades y obstáculos que surjan dentro de la misma, y a partir de esto tomar decisiones para solucionar los problemas y mejorar como empresa. Para localizarlas, es muy común usar un modelo llamado Análisis Modal de Fallos y Efectos (o AMEF). Este modelo requiere seguir 4 pasos y son los siguientes:
Identificar y Analizar los riesgos
Se hace una lluvia de ideas junto a un grupo de personas aptas para sostener esta reunión (aquellas con el conocimiento de la situación de la organización); en ella, se tratan de identificar y hacer una lista de todos los posibles problemas que se pueden dar a la hora de realizar las actividades importantes dentro de la empresa.
Ejemplo: Cuando se utilice una aplicación al momento de cerrar una venta, puede pasar que ésta o el internet falle, el dispositivo se quede sin batería, se caigan los servidores de la aplicación o muchas cosas más.
Establecer la importancia de cada riesgo
Es importante jerarquizar las complicaciones, distinguir lo urgente de lo importante para saber qué se debe atender primero. Se recomienda que a cada problema se le enumere por qué tan probable es que suceda, su gravedad y oportunidad de detectarlo.
Ejemplo: Regresando al ejemplo anterior, lo más grave sería que caigan los servidores (ya que detectarlo y solucionarlo sería lo más complicado de los problemas anteriores).
Catalogar los riesgos
Ahora, hay que clasificar los riesgos en aquellos que pueden ser aceptables y cuáles no. Luego, regresando al sistema de enumeración anterior, cada número asignado se debe multiplicar por los 3 factores establecidos y así obtendremos un número de prioridad de riesgo.
Ejemplo: Si los servidores se caen, el problema sería muy grave y detectarlo no es tan sencillo, pero también es muy cierto que la probabilidad de que ocurra es bastante mínima. Con todo esto en mente, se realiza una evaluación grupal y se le añade un NÚMERO DE PRIORIDAD DE RIESGO al problema.
Establecer las acciones a seguir
Ahora que ya se tiene claro qué tan graves son los riesgos, ya es posible saber qué acciones se deben seguir para resolver cada uno de estos posibles problemas, logrando con esto un manual de pasos a seguir para mantener intacta la productividad de la empresa.
Ejemplo: Como pasos a seguir, estipularíamos:
- Revisar con frecuencia cada uno de los servidores en caso de que la aplicación falle.
- Si este es el caso, que un técnico proceda inmediatamente a identificar y resolver el problema.
- Avisar a sus autoridades directas cuando el problema se solucione.
Al identificar problemas y establecer pasos concretos para solucionarlos, es sumamente sencillo tomar acciones para resolverlos. Y en Qualité, queremos ayudarte.
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