Un esfuerzo institucional con cuentas pendientes
El Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) fue creado en 2015 con el objetivo de articular los esfuerzos de diversas instituciones para prevenir, investigar y sancionar actos de corrupción en México. Su diseño busca fortalecer la rendición de cuentas, mejorar la transparencia y recuperar la confianza ciudadana en las instituciones públicas.
A casi una década de su creación, el SNA ha generado avances notables, aunque enfrenta todavía retos importantes para consolidarse como un sistema efectivo y confiable.
Cómo funciona el SNA?
El SNA coordina a varias instituciones clave, incluyendo:
- Secretaría de la Función Pública (SFP)
- Auditoría Superior de la Federación (ASF)
- Fiscalía Anticorrupción
- Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA)
- Instituto Nacional de Transparencia (INAI)
- Comité Coordinador y Comité de Participación Ciudadana (CPC)
Su función es lograr que la fiscalización, prevención, sanción y denuncia trabajen de forma articulada para combatir la corrupción desde todos los frentes.
Principales avances del Sistema Nacional Anticorrupción
Visibilidad del problema
El SNA ha puesto el tema anticorrupción en el centro del debate público e institucional, facilitando mayor vigilancia ciudadana y cobertura mediática.
Sistemas Locales Anticorrupción
Cada estado de la república ha establecido su propio sistema local, lo que refuerza la cobertura nacional del modelo.
Participación ciudadana formalizada
A través del Comité de Participación Ciudadana (CPC), la sociedad civil tiene un espacio para incidir directamente en políticas y seguimiento.
Marco legal sólido
Se han promulgado leyes como la Ley General de Responsabilidades Administrativas (LGRA), que define las faltas graves y mecanismos de sanción.
Retos persistentes en la implementación
Debilidad operativa local
Muchos sistemas estatales carecen de presupuesto, personal o autonomía para operar eficientemente.
Falta de sanciones ejemplares
A pesar del marco legal, los casos de castigo a servidores públicos corruptos siguen siendo escasos, afectando la percepción de impunidad.
Coordinación limitada
La colaboración entre instituciones no siempre es efectiva. Hay procesos duplicados y decisiones fragmentadas.
Baja percepción de resultados
De acuerdo con Transparency International, México obtuvo 31/100 en el Índice de Percepción de la Corrupción 2024, mostrando poco avance sostenido.
¿Qué se necesita para que el SNA funcione mejor?
Además de voluntad política, el SNA requiere una mejor articulación institucional, recursos técnicos, tecnologías para auditoría y monitoreo, y una cultura ética institucionalizada.
Aquí es donde el rol del sector privado se vuelve relevante: adoptar mecanismos preventivos, fortalecer la transparencia interna y colaborar activamente en el combate a la corrupción.
Buenas prácticas para reforzar el compromiso anticorrupción
Las organizaciones pueden alinearse al espíritu del SNA mediante la implementación de sistemas de gestión antisoborno, como la norma ISO 37001, que permite estructurar controles internos, canales de denuncia y evaluaciones de riesgo.
En
Qualité Consultores, integramos este enfoque en nuestra metodología
Certificación 360°, que ayuda a las organizaciones a desarrollar estructuras éticas alineadas a las mejores prácticas internacionales, con acompañamiento especializado desde el diagnóstico hasta la mejora continua.
Aunque su implementación no sustituye el marco legal del SNA, sí representa un complemento estratégico para promover la integridad desde el interior de empresas e instituciones.
El Sistema Nacional Anticorrupción ha logrado avances importantes, pero su consolidación exige una colaboración activa de todos los sectores. Instituciones públicas, empresas privadas y ciudadanía deben asumir el compromiso de fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas.
Iniciativas como
ISO 37001 y metodologías integrales como
Certificación 360° ofrecen una vía clara para avanzar, desde lo interno, hacia organizaciones más sólidas y éticas.